Desde su introducción en el Arco de la Liga Neoegoísta, Kaiser se ha desmarcado como un rival directo de Isagi Yoichi y el resto de jugadores de Blue Lock. Destaca no solo por su talento, sino también por su actitud ambiciosa, abusiva y segura de sí mismo. Michael Kaiser es el ideal de un jugador que no teme tomar riesgos y siempre busca la perfección en su juego. No es de extrañar, por ende, que haya sido integrado en la alineación de la “Nueva GeneraciónMundial XI”; la próxima generación de superestrellas.
Proveniente de una casa donde los abusos eran el pan de cada día, Kaiser de Blue Lock encontró un refugio en un balón de fútbol, encariñándose con él más y más cada día. Tras ser arrestado por un crimen que no cometió, Michael se encontró cara a cara con Ray Dark, presidente de la PIFA (FIFA), quien facilitó su salida de prisión y le abrió las puertas al club de fútbol Bastard München para convertirse en profesional.
A partir de entonces, Michael, junto a su leal “sabueso” Ness, no haría más que mejorar a una velocidad abrumadora, lo que lo llevó finalmente a convertirse en el segundo mejor jugador del Bastard, solo por detrás de Noel Noa. Dicho esto, en el siguiente artículo vamos a explorar todos los aspectos de Michael Kaiser de Blue Lock, para así dejar en claro el porqué es una figura tan influyente en el mundo del fútbol juvenil.
Apariencia y personalidad de Michael Kaiser de Blue Lock
Michael Kaiser es un joven imponente, con una estatura notable de 1,86 metros que lo hace destacar en el campo de juego. Su altura, combinada con una complexión atlética, le otorga una presencia física dominante. Los ojos de Kaiser son de un azul profundo, mientras que su cabello rubio presenta un estilo de salmonete con mechas azules en las puntas. Este peinado único es acentuado por dos colas de rata de color azul intenso que caen por la parte trasera de su cabeza. Además, tiene un par de tatuajes que se extienden por su brazo izquierdo en forma de tallos espinosos entrelazados, culminando en una corona con un ojo de cerradura en su mano; fiel reflejo de su ambición de ser el «rey» del fútbol.
Cuando Kaiser arribó a las filas del Bastard München utilizaba el #11, el cual no tenía ningún tipo de significado para él. Mantuvo dicho dorsal durante el tiempo que pasó con Ness hasta que ambos se hicieron un hueco en el once inicial del equipo. Desde ese momento, Kaiser cambio al dorsal #10, el cual es más acorde a sus prestaciones como jugador y a la importancia que tiene en el equipo. Hasta el momento, se desconoce cuál va a ser el dorsal que llevará en el 11 de la sub-20 de Alemania, pero lo más probable es que repita con el #10.
La personalidad de Michael Kaiser es una mezcla de arrogancia y autoconfianza; se ve a sí mismo como el protagonista indiscutido de su propio mundo, considerando a todos los demás como simples actores secundarios que giran en torno a su grandeza. No obstante, su arrogancia tiene sus límites, pues Kaiser es consciente de las jerarquías y reconoce la superioridad cuando la ve, especialmente en la figura de Noel Noa, el mejor delantero del mundo y líder de su equipo, Bastard München.
A pesar de su confianza extrema, Kaiser también tiene un lado más profundo y emocional. Fue en el pasado una persona mentalmente frágil que solía renunciar fácilmente ante lo que consideraba imposible. Para recordarse a sí mismo que no debe volver a esa mentalidad débil, se tatuó una rosa azul en el cuello, símbolo que, para él, representa la realización de lo imposible. Esta idea refleja su filosofía: aquellos que creen en lo imposible ya están programados para fracasar, un principio que lo impulsa a nunca rendirse y buscar siempre ser el mejor.
Tanto Muneyuki Kaneshiro como Yusuke Nomura no han nombrado en ningún momento al jugador que sirvió de inspiración para Michael Kaiser. Con un país lleno de estrellas como es Alemania, las redes sociales se han inundado de teorías que podrían vincular al niño prodigio con figuras como Bastian Schweinsteiger, Jamal Musiala o Mesut Özil. Sin embargo, la opción más adecuada para Michael Kaiser es, sin duda, Thomas Muller, el alemán con más títulos en la historia del futbol (33).
Thomas Muller nació en Baviera, Alemania, el 13 de septiembre de 1989. Müller es el prototipo del “delantero completo”, un jugador capaz de desempeñarse en múltiples posiciones de ataque, incluyendo delantero secundario, extremo derecho o incluso delantero central, dependiendo de las necesidades tácticas del equipo. Aunque originalmente se formó en el Bayern de Múnich como centrocampista, su evolución en el primer equipo lo llevó a ser utilizado como una pieza clave en las áreas ofensivas del campo. Como jugador, Muller es famoso por su inteligencia táctica y su capacidad para leer el juego y encontrar espacios donde otros no lo ven.
En términos de logros, Müller ha sido una pieza clave para el Bayern de Múnich, el único club en el que ha jugado a lo largo de su carrera. Con el equipo bávaro, ha ganado múltiples títulos de la Bundesliga, varias Copas de Alemania y, quizás lo más destacado, dos títulos de la Liga de Campeones de la UEFA en 2013 y 2020 (Este último el año del sextete). A nivel internacional, fue fundamental en la conquista de la Copa del Mundo de 2014 con la selección alemana, donde también se destacó como uno de los máximos goleadores del torneo.
Ego de Michael Kaiser - La rosa azul de alemania
El estado egoísta de Michael Kaiser entra en el arquetipo de un jugador finalizador, ya que no necesita crear oportunidades muy complejas para marcar un gol. Es uno de los pocos jugadores cuyo ratio de gol es 1 a 1, es decir, que en cada partido que juega es más que probable qué meta uno o más goles. A través de su visión de juego, coeficiente intelectual y velocidad para sacar disparos desde diferentes ángulos, Kaiser es capaz de concretar oportunidades de gol que para cualquier otro jugador parecen ilógicas.
Con el fin de concretar la mayor cantidad de chances posibles, Michael Kaiser desarrolló un estilo de juego propio basado en el aprovechamiento del espacio. El “Ojo del Depredador” de Michael Kaiser, se puede describir como un opuesto a la Metavisión, ya que se centra en desarrollar una chance de gol que vaya en contra de la lógica. Por ejemplo, si estadísticamente Kaiser tiene un 1% de chances de hacer un gol, este emplea su “Ojo del Depredador” para exprimir al máximo sus cualidades y convertir ese 1% en un 100%. Sumado a esto, el “Ojo del Depredador” de Michael Kaiser se apoya en otra habilidad denominada como “Impacto Kaiser”, la cual evoluciona y se adapta constantemente, y que se puede explicar de la siguiente forma:
Impacto Kaiser de Michael Kaiser: Esta técnica es un tiro de volea que destaca por ser el más rápido del mundo. La velocidad del tiro es tal que, en muchas ocasiones, los defensores apenas logran percibir el momento exacto en el que la pelota es disparada, y cuando intentan reaccionar, ya es demasiado tarde.
Beinschuss de Michael Kaiser: Dicha versión del tiro se realiza en forma de chilena, lo que requiere una agilidad y un control del cuerpo excepcionales. Mientras ejecuta el movimiento, Kaiser logra que la pelota pase por debajo de las piernas de un defensor, realizando un caño perfecto.
Blitzkrieg de Michael Kaiser: Kaiser comienza driblando el balón hacia adelante, lo que hace parecer que está preparando un tiro frontal directo. Sin embargo, justo en el momento crítico, corta rápidamente hacia un lado, realizando un cambio de dirección tan súbito que confunde al defensor que lo sigue de cerca.
Magnus de Michael Kaiser: A diferencia del tiro original, que se caracteriza por su velocidad recta y precisión, esta variante aprovecha el control del efecto y el uso estratégico de la válvula de aire del balón para dirigir el tiro de manera más compleja hacia la portería.
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