Uno de los aspectos más llamativos y peculiares dentro de la trama de Kenshin, el Guerrero Samurái, es la complejidad de la filosofía de sus personajes, quienes utilizan otros elementos distintos al diálogo para reforzar ciertas ideas, creencias y convicciones personales. En el caso del protagonista Kenshin Himura, es imposible no relacionar el arma que utiliza, una espada sin filo conocida como “Sakabatou”, con su filosofía pacífica y de redención. Aunque esto suene contradictorio, la verdad es que el espadachín pelirrojo lo tenía claro desde que eligió el camino de la redención por su oscuro pasado. El peso de su pasado como el gran y legendario “Hitokiri Battousai” era una carga muy pesada que no estaba dispuesto a seguir llevando por lo que decidió no volver a matar nunca más.

Como si esto no fuera suficiente, Kenshin Himura se dedicó a darle un nuevo significado a las espadas, demostrando que no solo son herramientas de combate con la finalidad de asesinar, sino que pueden ser utilizadas con fines de protección al más débil, razón por la cual fue subestimado y hasta objeto de burlas por sus enemigos. La “Sakabatou” que utiliza es un distintivo fundamental en el desarrollo del personaje y su filosofía, pero para comprender realmente la razón es necesario conocer algunos aspectos de la historia de este gran anime.

¿Qué es una “Sakabatou”?

Espada De Kenshin

También conocida como “espada sin filo” o “espada de filo invertido” es un tipo de espada que tiene su filo en el lado opuesto al convencional. En la vida real las espadas de filo invertido en Japón pueden referirse a las “Nagamaki” o “nodachi”, cuya estructura difiere de las katanas convencionales por contar con hojas más largas. En el caso específico de las” nagamaki”, estas contaban con mangos envueltos en tela y se utilizan comúnmente para cortar a caballo. En el caso de las “nodachi” sus hojas podían llegar a medir hasta 90 centímetros.

Si nos centramos directamente en la serie Kenshin, el Guerrero Samurái, debemos entender que esta espada tiene un propósito primordial muy especial, y es que esta sirve de símbolo, representando la resolución de Kenshin Himura de no volver a matar. A través de ese concepto se puede explorar la transformación de este personaje y su lucha interna desde que decidió dejar sus días como “Hitokiri”.

El cambio radical de Kenshin Himura en su forma de luchar

Como ya se ha mencionado con anterioridad, Kenshin Himura llegó a un punto de inflexión en el que tuvo que decidir la forma en que se iba a redimir por todo el daño y sufrimiento que causó, sin tener que alejarse de la espada. Este cambio de perspectiva de Kenshin lo llevó a optar por utilizar la “Sakabatou” pero también a cambiar su forma de pelear, teniendo que adaptar todos los movimientos de su estilo “Hiten Mitsurugi Ryu”, limitándose a desarmar o incapacitar a sus rivales, en lugar de asesinarlos como sería lo normal en un espadachín japonés.

La manera inteligente, rápida y audaz de combate jamás se vio comprometida, sin embargo, los resultados y la finalidad si que tuvieron grandes cambios, pues esta filosofía pacifista de Kenshin Himura provocó que algunas veces los enemigos que quedaban vivos pudiesen seguir cometiendo sus crímenes de diferentes maneras. Aún así, en otras ocasiones, algunos espadachines de antaño con mucho honor se hicieron el “harakiri”, como en el caso de Jin’e Udo, cuando después de su batalla con Kenshin Himura quedó con el brazo destrozado y este mencionó que no tenía caso seguir viviendo sin poder seguir utilizando una espada para pelear de nuevo.

La gran influencia de Kenshin y su Sakabatou para otros personajes

Espada

Cualquier enemigo acostumbrado a los brutales enfrentamientos entre espadachines, sobre todo en la antigua era de la revolución, no tendrá inconveniente asumiendo el riesgo que cada lucha implica. Sin embargo, al enfrentarse contra Kenshin Himura en esta nueva era de paz y nuevos ideales, esta confrontación no solo es a nivel físico, sino que también es a nivel filosófico. La reacción que tienen los adversarios cuando conocen el juramento personal de Kenshin de ya no matar, al inicio parece cuestión de burla. Sin embargo, cuando sufren las habilidades del gran samurái, sabiendo que su finalidad no es acabar con su vida, tiene un impacto fuerte en estos, haciendo que se cuestionen sus propios motivos y creencias sobre la vida, la lucha y el combate.

Así de profundo y significativo es el cambio que genera la Kenshin Himura con su estilo de combate que no necesita recurrir a la violencia extrema ni a la letalidad sin sentido para resolver conflictos importantes y sumamente serios. Resulta imposible no considerar que el uso de la espada sin filo abre el debate sobre la moralidad y el propósito de lucha para todos los personajes que se enfrentan a esta, y sobre todo la forma sutil en que contribuye al desarrollo de la trama de la serie en general.

La dualidad del personaje principal es bien representada a través de esta arma, pues por una parte tenemos el deseo de Kenshin por la redención y ya no asesinar más, pero por el otro lado tenemos la enorme necesidad de Kenshin por ser fuerte y poder proteger a las personas más débiles e inocentes. La constante búsqueda del equilibrio y la aportación de los seres queridos de Kenshin para mantenerlo firme en sus decisiones ha sido clave para que este continúe utilizando la peculiar espada de filo invertido.

El eterno dilema ético

Al final se debe aclarar que la “Sakabatou” encarna no solamente la evolución de Kenshin como guerrero espadachín, sino también su evolución como individuo. Esta es utilizada como un recordatorio de la promesa que ha hecho Kenshin Himura de ya no matar. y es también a su vez, la forma en la que puede proteger a todos los seres que estima. El simple hecho de proponer indirectamente una alternativa a la premisa de las armas como sinónimo de agresión, hace muy especial a la “sakabatou”, abriendo el debate ético sobre la protección y resolución de conflictos sin recurrir a la violencia extrema. Este debate interminable en el que muchos aseguran que al final un arma es un arma, por mucho maquillaje que se le quiera aplicar, pero que coloca a la “sakabatou” como algo más profundo que una simple arma ficticia, es toda una revolución dentro de su propio universo.