En Solo Leveling, el sistema de cazadores clasifica a los individuos en varios rangos, desde el más bajo (E) hasta el más alto (S), reflejando sus habilidades y poder en la lucha contra monstruos y bestias mágicas. Sung Il-Hwan, un cazador coreano de rango S, era una figura destacada dentro de este sistema y el padre de los protagonistas Jinwoo y Jinah.

Il-Hwan desapareció trágicamente cuando quedó atrapado en una mazmorra, lo que llevó a su familia a creer que había muerto. A pesar de esta suposición y la angustia que provocó su desaparición, la familia de Il-Hwan, especialmente sus hijos, nunca perdieron la esperanza de que pudiera estar vivo. Su paradero y el misterio en torno a su destino se convierten en elementos clave en la narrativa de Solo Leveling, influyendo profundamente en el desarrollo de la historia y en las motivaciones del protagonista, Jinwoo. En el siguiente artículo desentrañaremos todos los misterios alrededor de esta figura, para así conocer finalmente dónde está el padre de Jinwoo en Solo Leveling.

Sung II-Hwan de Solo Leveling

Jimwoo Padre

Físicamente, Il-Hwan es un hombre apuesto y musculoso, con ojos grises que brillan de un amarillo intenso cuando utiliza sus poderes o está agitado. Su cabello negro es desgreñado y mantiene un ligero vello facial, lo que acentúa su apariencia imponente. A pesar de haber pasado más de una década atrapado en una mazmorra, Il-Hwan parece haber envejecido muy poco, luciendo significativamente más joven de lo que realmente es, como lo observó Hwang Dongsoo.

Durante su tiempo prófugo, Il-Hwan se presenta con una capa marrón hecha jirones sobre una camiseta blanca raída, junto con vendas blancas en ambas manos, pantalones negros holgados y botas negras. Este atuendo contrasta con su apariencia previa a su desaparición, donde se le veía con una chaqueta marrón sobre una sencilla camiseta negra, mostrando un aspecto mucho más limpio y ordenado.

En términos de personalidad, Il-Hwan es profundamente comprometido con su familia y muestra una intolerancia significativa hacia cualquier amenaza que se dirija hacia ellos. Su determinación se manifiesta cuando golpea brutalmente a Hwang Dongsoo, quien intentó asesinar a su hijo Jinwoo. A pesar de su ferocidad, Il-Hwan también demuestra ser desinteresado y misericordioso, al hacer todo lo posible por proteger a los transeúntes inocentes durante su batalla y perdonar la vida a Hwang, a pesar de que pudo haberlo matado fácilmente.

Origen de Sung Il-Hwan

Durante su juventud, Sung Il-Hwan trabajó como bombero y encontró el amor en una mujer llamada Park Kyung-Hye. La pareja se casó y formó una familia, dando la bienvenida a dos hijos, Jinwoo y Jinah, a quienes adoraban profundamente. La vida de Il-Hwan parecía estar en su mejor momento hasta que el mundo cambió con el descubrimiento de las bestias mágicas.

Con el surgimiento de estos seres y la creciente necesidad de proteger a la humanidad, Il-Hwan dejó atrás su carrera de bombero para convertirse en cazador. Rápidamente ascendió en el rango, convirtiéndose en uno de los primeros cazadores de rango S de Corea. Sin embargo, en ese entonces, el sistema de clasificación de cazadores aún estaba en desarrollo, por lo que la magnitud de su poder nunca fue reconocida oficialmente.

Diez años antes de los eventos principales de la historia, Il-Hwan quedó atrapado en una mazmora durante una redada. Presumido muerto por su familia, Il-Hwan dejó a su esposa para criar sola a sus hijos. No obstante, el cazador no murió de hambre; fue encontrado y salvado por los Gobernantes. Estos le otorgaron un poder inmenso y le encomendaron la misión de asesinar al nuevo Monarca de las Sombras, que estaba a punto de nacer. Incapaz de escapar por su cuenta, Il-Hwan no tuvo otra opción más que aceptar la misión que le fue impuesta, marcando el comienzo de un nuevo capítulo en su vida.

La nueva misión de los Gobernantes

Durante el Arco de la Crisis de Japón, tras la creación de una Puerta de Rango S en Tokio por parte de los Gobernantes, Il-Hwan se enteró de que el nuevo Monarca de las Sombras, su objetivo original, estaría en Japón. Decidido a completar la misión que le había sido encomendada, Il-Hwan viajó a Tokio con la intención de eliminar a su objetivo.

En un giro pesado para su vida, Il-Hwan descubrió que el nuevo Monarca de las Sombras era en realidad su propio hijo, Jinwoo. La idea de asesinar a su propio hijo resultó insoportable para él, y la misión que inicialmente parecía sencilla se convirtió en un conflicto moral y emocional abrumador. En este momento de crisis, los Gobernantes también reconsideraron su posición. Al observar a Jinwoo en acción, particularmente cuando mató a Legia, los Gobernantes comenzaron a reconocer que Jinwoo no era un enemigo, sino un potencial aliado.

Esta nueva perspectiva llevó a los Gobernantes a cambiar de enfoque. En lugar de su misión original, los Gobernantes le ofrecieron a Il-Hwan una nueva tarea: proteger a su hijo de los Monarcas que aún amenazaban con atacar. Il-Hwan aceptó con gusto esta nueva misión, agradecido por la oportunidad de redimirse y de cumplir un rol más positivo al lado de su hijo.

Muerte y renacimiento de Sun Il-Hwan

Durante la crisis en Seúl, la aparición de tres Monarcas amenazó gravemente a Jinwoo. Sung Il-Hwan llegó justo a tiempo para presenciar la feroz batalla de su hijo contra estos poderosos enemigos. Jinwoo, aunque valiente, fue abatido por Rakan, pero no antes de eliminar a Querehsha. En ese momento crítico, el corazón negro de Jinwoo comenzó a latir nuevamente, señalando su regreso a la vida, pero los Monarcas estaban listos para acabar con él de una vez por todas.

Il-Hwan, viendo la desesperada situación, intervino decisivamente. Con habilidad y valentía, interceptó el ataque de los Monarcas y lanzó a Rakan con una fuerza tremenda, enviándolo contra varios edificios. Aunque enfrentó una dura batalla contra Sillad y Rakan, Il-Hwan logró mantener a raya a sus oponentes. Con gran destreza, arrojó a Sillad a un edificio cercano y apuñaló a Rakan en la mandíbula, forzando a este último a retirarse.

Al encontrar refugio, Il-Hwan descubrió que su cuerpo se estaba desintegrando debido al uso excesivo de su poder. Aceptando su destino, se preparó para el final. En su último encuentro con Jinwoo, reveló la verdad sobre su tiempo atrapado en las mazmorras y su misión otorgada por los Gobernantes. Se disculpó por no haber sido un mejor padre y, entre lágrimas, se despidió antes de desintegrarse en fragmentos de luz.

En una nueva línea de tiempo creada por los Gobernantes tras la intervención de Jinwoo, la humanidad nunca conoció la existencia de las bestias mágicas. En esta realidad alterna, Il-Hwan continuó su vida como bombero, trabajando para mantener a su familia. Aunque eventualmente recuperó recuerdos de la línea de tiempo original, optó por borrar estos recuerdos para disfrutar de una vida normal con su familia, dejando atrás el tormentoso pasado y abrazando un futuro pacífico.