Kana Arima de Oshi No Ko, una talentosa actriz infantil en su juventud, ha sido una figura clave en el mundo del entretenimiento, aunque con el paso de los años su popularidad disminuyó. En su infancia, era una prodigio que deslumbraba en la pantalla, pero la dificultad de trabajar con ella debido a su carácter fuerte y sus actitudes problemáticas provocaron que se le ofrecieran menos trabajos a medida que crecía. Enfrentada a una industria despiadada y poco tolerante, Kana cambió su enfoque y estilo de actuación para adaptarse y sobrevivir, aunque esto le costó parte de su esencia como artista.
Al crecer y conocer a Aqua y Ruby Hoshino fue reclutada para ser parte del grupo ídolo B-Komachi, donde Kana encontró una nueva oportunidad para redimir su carrera. Sin embargo, a pesar de la emoción por su regreso a la industria, Kana se muestra reacia a convertirse en el centro del grupo. En el siguiente artículo descubriremos por qué Kana no quiere ser el centro de B-Komanchi en Oshi No Ko.
Infancia de la prodigiosa Kana como actriz
Cuando Kana Arima era niña, fue reconocida como una prodigio en la actuación. Desde muy pequeña, su talento era innegable, y muchos adultos la elogiaban por sus impresionantes habilidades. Esta atención y admiración tempranas alimentaron un gran ego en Kana, lo que llevó a una personalidad pomposa y competitiva. Creía firmemente en su superioridad y tenía una lengua afilada, lo que a veces la hacía difícil de tratar, tanto en el ámbito profesional como personal. Su deseo de ser la mejor y superar a todos la impulsaba a trabajar incansablemente, pero también la hacía sentir insatisfecha y ansiosa por mantener su estatus.
A pesar de su éxito inicial y de ser una actriz muy solicitada, la arrogancia de Kana y su necesidad constante de ser el centro de atención pronto comenzaron a pasársela factura. Su actitud difícil y su ego crecieron a tal punto que se volvió problemática para quienes trabajaban con ella. Esto resultó en una disminución de su popularidad, ya que los productores y directores preferían trabajar con actrices más fáciles de manejar; lo que indirectamente se relaciona con el por qué Kana no quiere ser el centro de B-Komanchi en Oshi No Ko. Su complejo de superioridad comenzó a desmoronarse, y Kana pasó de ser vista como una niña prodigio a alguien cuyas habilidades pasadas ya no eran suficientes para sostener su carrera.
A medida que crecía, Kana enfrentó la dura realidad de que ya no era la niña que todos admiraban, y esto la llevó a sentirse inferior y menospreciada. Sin embargo, su forma de sobrellevar estos sentimientos fue aferrarse a su personalidad egocéntrica, manteniendo una actitud alegre y extrovertida, aunque solo fuera para ocultar sus inseguridades profundas.
Un miedo latente a convertirse en el centro de atención
Después de enfrentar la caída de su popularidad, Kana Arima quedó atrapada en un complejo de inferioridad que la llevó a buscar desesperadamente la validación de los demás. Su deseo de ser querida y admirada por su habilidad actoral la impulsaba a trabajar incansablemente, y llegó a afirmar que si alguien la amaba por su talento, estaría dispuesta a hacer cualquier cosa por esa persona, hasta el punto de agotarse en busca de la atención y validación que tanto anhelaba.
La idea de ser la protagonista, el foco principal, la llena de ansiedad, especialmente después de sus experiencias pasadas en las que su ego y comportamiento la llevaron a perder lo que tanto valoraba. Este miedo a arruinarlo explica por qué no quiere ser el centro de B-Komachi en Oshi No Ko, el grupo ídolo revivido en el que se encuentra. De esta manera, en lugar de centrarse en su propia fama y logros, Kana se convierte en una actriz que «actúa para los demás». Su objetivo ahora es hacer que otros brillen, contribuyendo al éxito de quienes la rodean en lugar de buscar el brillo para sí misma.
Usamos cookies para asegurar que te damos la mejor experiencia en nuestra web. Si continúas usando este sitio, asumiremos que estás de acuerdo con ello.